El Instituto de Estudios Históricos Bances y Valdés es un órgano colegiado y cultural con autonomía científica cuya misión es promover y difundir conocimientos relacionados con la historia, las artes y las ciencias, y todo lo que concierne al Principado de Asturias.
La Institución es heredera de la figura del eminente praviano don Antonio Juan de Bances y Valdés, hidalgo asturiano, Juez por el Estado noble y colaborador de la Real Academia de la Historia, quien por el año 1804 crea una beca para que eminentes alumnos se formasen, entre otras cosas, en el conocimiento de la historia de nuestro país. El fundador destinó sus propios recursos al fomento de la historia, lo que a todas luces evidencia su grandísimo interés por la cultura en general.
Tras numerosas contrariedades y acontecimientos, de la desaparición de parte de sus fondos y por consiguiente, del peligro de su supervivencia, sus miembros acuerdan crear una nueva Junta, la cual, en primera sesión votan el renacimiento de la institución bajo el nombre de su iniciador, creándose entonces como Instituto de Estudios Históricos Bances y Valdés, dividiéndose en dos secciones que más adelante se convirtieron en clases, la de Académicos de Número y la de Académicos Correspondientes.
El Instituto de Estudios Históricos tiene por lema en su escudo, la cita que quedó grabada en una piedra, en tiempos del rey Silo, esposo de la reina Adosinda, cuando la Corte estuvo en Santianes de Pravia, dice aquella: Silo Princeps Fecit.
De igual forma el IEHByV, tiene su propio símbolo heráldico, que es un escudo ovalado, de plata, seis cuervos de sable, puestos en palo, 3-3, con el lema Silo Princeps Fecit, y bordura de azur, con el lema INSTITUTO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS BANCES Y VALDÉS. Está colocado sobre una cartela de oro, que guarda una corona de laurel, a cuyo pie finaliza atada por una cinta con los colores blanco y rojo. Timbra con corona real.
Por tradición, los académicos están invitados a usar su insignia, que es el citado escudo pendiente de una cinta blanca con una filacteria de color rojo en el medio y que se usa en recuerdo del paño utilizado por los primeros reyes de Asturias.
Sus miembros destacan por su formación académica o por la realización de actividades análogas a las áreas de interés del IEHByV, siendo elegidos en Juntas Académicas, por mayoría y a mano alzada, tras solicitarlo el pretendiente y recabar la propuesta de al menos tres de sus miembros.
La categoría de Académico de Número solamente se otorga a nacionales o personas de habla española, siendo su número de hasta veintiuno. Por su parte, la categoría de Académico Correspondiente se destina a personas con una reconocida cualificación y cuya trayectoria lo haga merecedor de esta distinción.
La pertenencia a este Instituto de Estudios Históricos no debe entenderse como un dato más que añadir a un abultado y ya de por sí, relevante currículo, es además sentirse contribuyente de una institución que se afana por continuar con el espíritu de su fundación, propagando entre propios y extraños el amor por la historia, el conocimiento y la razón.
La actividad cultural se desarrolla, esencialmente, a través de conferencias y diferentes publicaciones. El IEHByV, ha recuperado como medio de publicación la revista histórica “El Sol de Pravia”, un conocido diario que tuvo su tirada en el primer cuarto del pasado siglo XX.
Anualmente el IEHByV celebra la apertura del Curso académico en la villa de Madrid, en tanto que un generoso número de miembros residen en la Corte.
Además de diversas conferencias, muestras y memorias, el IEHByV publica libros temáticos, sobre todo de cariz histórico, apoyando su edición siempre que resulten de especial interés para la historia de Asturias y, por ende, de España.